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jueves, 31 de mayo de 2012

Carta pública por Eduardo Grüner




CARTA PÚBLICA A (TODOS) LOS MIEMBROS DE LA UBA

Eduardo Grüner



Compañeros, colegas, amigos, conocidos, “público en general”:



El conflicto por los horriblemente llamados “jubilables” de la UBA podría estar alcanzando en las próximas semanas un punto culminante. Ya ha habido notas en los medios, programas de radio, circulan solicitadas y petitorios, hay miles de firmas en solidaridad con los afectados, y el 8 de junio se está preparando un gran acto bajo el formato de “clase magistral” a cargo de algunos / as afectados / as, deseablemente con presencia de los medios y de legisladores que votaron la Ley 26508 del año 2009, y que el rectorado desobedece con argumentos francamente deleznables.



Todo esto, sin embargo, con ser mucho, todavía no es suficiente. Ni siquiera todos los afectados, menos aún todos los miembros de la comunidad universitaria, no digamos ya la sociedad argentina en general –que es la que sostiene a la UBA con sus impuestos-, tiene una idea acabada de lo que se está jugando, de la ferocidad inaudita de esta embestida contra la mayor casa de educación superior del país (y probablemente del mundo: sí, del mundo , puesto que con nuestros 320 000 estudiantes ya somos más grandes que la UNAM, que tiene 14 veces más presupuesto que la UBA). La posible “liquidación”, por medio de una acción ilegal , de alrededor de 650 docentes de todas las categorías es una amenaza que de ninguna manera  pierde su vigencia por el hecho de que sus designaciones hayan sido precariamente renovadas hasta el 31 de julio. Más bien al contrario, esta “renovación” se vuelve harto sospechosa justamente porque  ha trascendido la promesa “extraoficial” de que luego se extenderá hasta el 31 de diciembre (y no al 31 de marzo, como es la costumbre académica): ¿por qué entonces no hacerla directamente  hasta esa fecha (lo cual de todos modos sería improcedente, pues debería hacerse al menos por cinco años más)? ¿se está especulando con un “retroceso” motivado en nuevas “esperanzas” que permita seguir con las acciones? En todo caso, es un método que bien puede calificarse de sembrador de terror: crea incertidumbre, nadie está seguro de si le va a tocar o no, etcétera. Y no son solamente los mayores de 65 años los que de pronto han sido sumidos en ese túnel de inseguridad: ya los que hoy tienen 63 o 64 tienen que ir poniendo “las barbas en remojo”.



Sea como sea, de lo que se trata es de un gigantesco ajuste , no solamente económico, sino integral. Ya sería suficientemente catastrófico que se lograra echar (porque eso es lo que es: un despido sin preaviso ni indemnización, disfrazado de “jubilación” forzada e –insistamos en esto- ilegal ) a la “materia gris” más probada y de mayor experiencia de la Universidad, hombres y mujeres en plena actividad productiva en los campos de la enseñanza, la investigación, la extensión y la transferencia de saberes de todo tipo, la publicación de libros y artículos, y a la cual se la maltrata y humilla de la manera más desconsiderada haciéndole saber vía Banelco que no existe más para la Universidad, después de haber servido lealmente a la UBA durante décadas, y sin considerar la situación particular de tantos de ellos / as que por la propia historia del país de la cual fueron víctimas (exilio, imposibilidad de trabajar durante la dictadura) no ha podido sumar los años de aporte necesarios para recibir una jubilación digna, o que aún sumándolos, y creyéndose “amparados” por una Ley (votada por unanimidad del Congreso de la Nación en 2009), no ha iniciado sus trámites de jubilación, con lo cual de un día para el otro y sorpresivamente se los deja en la calle en el más pleno desamparo –situación doblemente grave en las facultades “no profesionalistas” donde la mayoría de los afectados vive exclusivamente de la docencia-. Hasta la peor de las empresas privadas está legalmente obligada a dar un mes de preaviso y la indemnización correspondiente al empleado que despide.  La UBA, evidentemente, no.



Pero aún al mergen de tales consideraciones “humanitarias”, esta política intempestiva atenta de manera brutal contra la normalidad del trabajo académico en general. Significa  el desmantelamiento de cátedras enteras, de equipos de investigación, de  colectivos de producción científica e intelectual en todos los campos del conocimiento. Vale decir: no se trata tan sólo de los directamente golpeados, lo que ya sería suficientemente grave. Es toda  la comunidad universitaria (docentes y estudiantes), es toda  la práctica vinculada a la creación de saber la que sufrirá un empobrecimiento desastroso.



Pero este es sólo un  aspecto. Este “ajuste” viene a sumarse a los tantos otros “ajustes” permanentes  con los que tenemos que convivir, y que en cierto modo hemos “naturalizado”: por ejemplo, la existencia de algo así como un 30 % de docentes de la UBA llamados ad honorem , que sostienen las “trincheras” de la enseñanza, y a los que se les hace el “honor” de permitirles trabajar sin cobrar un centavo (o sea, poniendo plata de su bolsillo para trasladarse, comprar libros y materiales y demás), en lo que significa de hecho un sistema de trabajo cuasi-esclavo; o la existencia, entre los que sí cobran un magro salario, de algo así como un 70 % de docentes “interinos”, no-concursados, vale decir “inestabilizados” por la desidia, el atraso o el desinterés (desinterés bien interesado , en muchos casos) en el llamado y sustanciación de los concursos (vale la pena recordar que uno de los argumentos contra los “jubilables” que sí están concursados es que sus concursos están vencidos, como si su no renovación fuera culpa de las víctimas).



Es decir: bastan estos datos rápidos para advertir que la UBA es hoy la institución estatal con el índice más alto de precariedad laboral en todos los sentidos. Algo que debería ser absolutamente intolerable que ocurriera en cualquier lado –sobre todo en épocas en que tanto se nos señala la “recuperación de derechos”-, y con mucha más razón para una institución consagrada a la formación científica, intelectual y cultural de miles y miles de jóvenes que constituyen, también se nos dice, el denominado “futuro de la nación”.



Sin embargo –seamos sinceros con nosotros mismos- en general lo estuvimos tolerando . Aunque tenemos nuestras agrupaciones gremiales, nuestros sindicatos y nuestros ámbitos de reunión colectiva, la propia dispersión de nuestra presencia física en las facultades (que en sí misma es una consecuencia del “ajuste permanente”, ya que nuestros edificios no cuentan con los espacios adecuados, en muchos casos ni siquiera los espacios adecuados para trabajar ), sumado a que estamos obligados a correr de un lado a otro para juntar de manera dislocada el dinero para llegar a fin de mes, y a cierto “individualismo competitivo” característico de la naturaleza de nuestro trabajo –muchas veces solitario- ha provocado esa “naturalización” del desastre que estamos describiendo.



Pero estamos llegando, al mismo tiempo, al límite de lo soportable. Entendámonos, por favor: se trata de la UBA, un lugar al que muchos amamos sinceramente y le hemos dedicado una buena parte de nuestras vidas. La docencia no es un trabajo de oficina, burocrático, rutinario, donde marcamos el reloj a la entrada y la salida, y de puro tedio nos escapamos a tomar un cafecito cuando el jefe no mira. La docencia es para el docente (primario, secundario o universitario) su existencia misma . Lo que le pase a la UBA nos pasa a nosotros mismos , en nuestras cabezas y en nuestros cuerpos.



Entonces, ¿nuestras cabezas y nuestros cuerpos van a seguir fingiendo que todo esto es “normal”, que quizá tiene sus problemitas y sus molestias, pero nada que no suceda en cualquier trabajo? No, no podemos. Nuestra dignidad humana y la dignidad de la UBA como institución está en la picota.



La cuestión es, por otra parte, profundamente política , en el más alto y noble sentido de la palabra. Es hora, en la UBA y en todas partes, de devolverle a esa palabra toda su altura y su nobleza. De no permitir que se la bastardee para los intereses mezquinos de camarillas semiocultas e irresponsables, que producen estos verdaderos atentados, incluso contra el propio lenguaje. Por ejemplo, al invocar nada menos que la “autonomía” (esa gran conquista de la Reforma de 1918) para producir este “ajuste” salvaje contra las propias condiciones mínimas de trabajo en la institución para cuyo trabajo fue conquistada esa autonomía. Es, esa invocación, una obscenidad perversa.



La sociedad para la cual trabajamos, la que paga nuestros salarios, no se merece este tipo de afrentas. Es ya en este primer sentido que decimos que la cuestión es profundamente política: en el sentido de que la polis , la comunidad de los ciudadanos, es aquella ante la que debemos rendir cuentas, y es la que en su conjunto  debe tomar riendas en el asunto. Pero para que eso sea posible, debemos empezar por informarla y convocarla.



Hay también otros sentidos más precisos y “concretos” en los que esta es una cuestión política. Otro de los argumentos “perversos” que se nos da es que los docentes “mayores” deberían dejar el lugar a los más jóvenes que vienen “empujando”.  O sea, encima de perjudicarlos abusivamente desconociendo el derecho  que les otorga una Ley nacional que contempla la opción por cinco (cinco, no veinte) años más, se los acusa de “taponar” el ascenso de los jóvenes, así como de estar “reteniendo” salarios que podrían usarse para rentar a una parte de los ad honorem . El viejo truco de dividir para reinar. Pero –aparte de expresar una ideología canallescamente neoliberal basada en una competencia “generacional” por el acceso a los recursos escasos- este argumento mezquinamente “administrativista” no resiste el menor análisis de política académica racional: con la mayoría de las cátedras sobresaturadas de estudiantes y subdotadas en términos de recursos humanos (pocos auxiliares sobreexplotados trabajando en la precariedad que ya vimos), lo racional sería desdoblarlas, crear nuevas cátedras para las mismas materias, sustanciar concursos, así “haciendo lugar” para los docentes jóvenes, y al mismo tiempo respetando los derechos de los actualmente al frente de esas cátedras.



Por supuesto, ello implicaría la decisión política de pugnar por un sustantivo incremento de presupuesto para la UBA (cuyos recursos están atrasadísimos no solamente en términos salariales, sino infraestructurales, edilicios, etcétera), y esto es lo que la actual conducción de la UBA no está dispuesta a hacer, sustituyendo esa política justa por una verdadera “guerra del cerdo” contra los docentes “mayores”.



¿Por qué no está dispuesta a hacerlo (como tantas otras cosas que harían falta)? Esta es una segunda dimensión de política “precisa y concreta”. La conducción de la UBA es hoy una estrecha entente  entre sectores cercanos al gobierno nacional, sectores de la UCR y sectores vinculados al PRO. Los que en el plano de la política nacional aparecen como adversarios irreconciliables conforman al interior de la UBA una bien coordinada SRL (Sociedad de Responsabilidad Limitadísima) cuya función principal, más allá de los posicionamientos políticos individuales, parece ser la de garantizar la autoreproducción in aeternum  de ese círculo de poder, de una suerte de “oligocracia” superestructural ajena a la vida cotidiana, material y concreta de las “bases” (docentes, estudiantes, no-docentes) que sostienen el trabajo universitario día a día, hora tras hora.



Discutir a fondo cuestiones como la presupuestaria significaría, para este grupo, entrar en estado de potencial conflicto con el gobierno y los partidos o grupos políticos que los sostienen. Eso –que además implicaría una movilización masiva del conjunto de la comunidad universitaria en apoyo a los reclamos- no pueden permitírselo: pondría en riesgo aquella autoreproducción permanente y su aferramiento al poder. No es verdad que en la UBA haya hoy “democracia”. En los hechos es una ínfima minoría la que está en posición de tomar las decisiones importantes, ya que por ejemplo –en otra vuelta de esta espiral hecha de círculos viciosos- la inmensa mayoría constituida por los docentes “interinos” no tiene derecho a formar parte de los consejos directivos de las facultades sino a través de la muy discutible ficción de los “graduados”. Ni hablemos de un sistema de representación “indirecta” que permite un férreo control de los padrones electorales (y esa es una razón nada menor del “cajoneo” de los concursos, sean puros o de renovación), de tal modo que hace ya décadas que se llega a las Asambleas universitarias sin las potenciales sorpresas proporcionadas por un auténtico debate plural, sino con todo bien “atadito” por los cabildeos desarrollados entre unos pocos en los pasillos y las oficinas oscuras.



Hace ya mucho tiempo que se requiere imperiosamente de una transformación profunda de los estatutos de la UBA, y muy particularmente de sus formas de gobierno, una transformación orientada a otorgar una auténtica ciudadanía universal  a todos sus miembros, incluso poniendo en discusión muchas características del sistema de “claustros”. Para decirlo sucintamente: en la UBA ya resulta indispensable una gran segunda Reforma Universitaria , que la ponga “al día” con la “democracia radical”. Desde ya: para hacer esto –para hacer algo que no significa ninguna extrema “revolución maximalista”, sino sencillamente poner a la UBA “dentro de la ley”, como cuando se le pide que simplemente acate la Ley 26509- va a haber que pelear; el anquilosamiento en el poder de la SRL es pétreo, y no va a ser fácil sacudirlo.



Finalmente, y ampliando el círculo, hay una responsabilidad política del Estado nacional que no puede ser soslayada. La autonomía de las universidades nacionales lo es por supuesto respecto del gobierno, de los partidos políticos, de las empresas y corporaciones privadas y demás. No puede serlo de ninguna manera  respecto de la sociedad que la sostiene y para la cual, como ya hemos dicho, la Universidad trabaja. Por otra parte, la UBA no es  económicamente autónoma: siendo estatal y gratuita –y esta es una condición que debe ser mantenida y defendida a rajatablas- depende financieramente del Estado nacional. Es también a él, y no solamente al gobierno de la UBA, al que hay que exigirle que se haga cargo racionalmente de su mantenimiento, su crecimiento y su adecuado funcionamiento. Así como es el Estado nacional el que debe garantizar –a través de los mecanismos judiciales y / o parlamentarios que correspondan- que una institución estatal  como la UBA acate las leyes del Congreso y el Estado, como en el caso de la 26509. No se puede permitir que nada menos que la Universidad más grande de la Argentina (y probablemente del mundo, como decíamos) esté lisa y llanamente fuera de la ley .



Habría muchísimo más que discutir, incluso desde una perspectiva “filosófica” muy amplia. ¿Qué significa en la sociedad actual haber alcanzado la eufemísticamente llamada “tercera edad”? Por poner un ejemplo grosero, ¿significa lo mismo, digamos, para un trabajador minero o un peón rural sometido a intenso desgaste físico, que para un docente universitario o un intelectual en general, que en condiciones normales a esa edad conserva y aún puede acrecentar los recursos de su trabajo mental? El hecho de que el sistema capitalista global esté estructurado sobre una rígida e irracional división entre el trabajo “manual” y el “intelectual” –algo que además en las últimas décadas ha cambiado sustancialmente, por lo menos en las ramas más tecnificadas de la economía- ¿significa entonces que no  debemos tomar en cuenta los efectos de esa diferencia, cuando al mismo tiempo nada hacemos para transformar de raíz ese sistema?



También podríamos discutir qué significa hoy producir  intelectualmente dentro de una institución como la UBA. Desde luego, no es siempre imprescindible ser un universitario diplomado, o ser profesor universitario, para tener una producción intelectual crítica e interesante. Maquiavelo, Spinoza, Marx, Freud, jamás dieron clase en una universidad. A Walter Benjamin le fue rechazada su tesis de habilitación (que se transformaría en ese extraordinario libro titulado El Origen del Drama Barroco Alemán ) para la Universidad de Berlín. Entre nosotros, Jorge Luis Borges no alcanzó nunca el título universitario. Ahora bien: ¿pueden esos casos excepcionales ser tomados como ejemplos para negar que gran parte del mejor trabajo intelectual es desarrollado por quienes son también  docentes universitarios, y lo es hasta mucho después  de los famosos 65 años (en algún otro lado hemos citado casos canónicos como los de Claude Lévi-Strauss o Hans-Georg Gadamer, fallecidos respectivamente a los 101 y 104 años en pleno ejercicio de la docencia y la escritura; en la propia UBA podemos citar ejemplos recientes como los de David Viñas o León Rozitchner, ambos fallecidos a los casi 90 años en plena actividad)? Y que no se nos diga que los profesores “mayores” de la UBA pueden ser contratados o declarados consultos. En primer lugar, eso no soluciona el problema de los docentes mal llamados “auxiliares” que hace años y años que esperan sus concursos cuando han alcanzado su edad “provecta”. En segundo lugar, aún los profesores (titulares, asociados o adjuntos) son contratados o consultos con una renta paupérrima que en la mayoría de los casos se reduce a una dedicación “simple” sin consideración de la antigüedad. Es decir: volvemos al debate presupuestario y todas sus ramificaciones políticas  que ya hemos enumerado.



Y de todas maneras, para volver a la pregunta: ¿qué significa realmente  nuestro trabajo intelectual en la UBA? No es un secreto que el mismo está cada vez más constreñido por un sistema crecientemente “productivista”, tecnocrático y burocrático (“kafkiano” en el sentido vulgarizado del concepto) bajo el cual se termina “premiando” (es una manera de decir) con becas, subsidios e “incentivos” –otro eufemismo perverso para hablar de compensaciones “en negro” a los salarios insuficientes- se termina “premiando”, decíamos, la repetición o el reciclaje anodino y rutinario de siempre los mismos papers  para congresos inconducentes o revistas “indexadas”, los resultados de enjundiosas investigaciones Ubacyt son sepultados en algún archivo mohoso al que nadie jamás tendrá acceso, mientras muchos que escriben voluminosos e importantísimos libros no reciben el más misérrimo “puntaje” con el cual engrosar su curriculum vitae .



En fin, ¿para qué abundar? Por donde le busquemos la vuelta, la conclusión es siempre, dramáticamente, la misma: la UBA está en franca crisis. Así, no da para más, y sólo puede retroceder hacia un tobogán de patética decadencia. Hemos llegado al punto en que se nos obliga a decir –con un lenguaje anacrónicamente reminiscente de la filosofía de las Luces del siglo XVIII- que este embate contra los “jubilables” es el síntoma de una política de barbarie, oscurantismo y sinrazón. No obstante, la UBA sigue siendo –casi exclusivamente por el trabajo apasionado y “a pulmón”, en las peores condiciones, de aquellos docentes, estudiantes y no-docentes que la siguen amando pese a todo- una de las dos o tres universidades más prestigiosas de América Latina. Es nuestra tarea defenderla, allí donde sus desautorizadas autoridades no lo están haciendo (y al contrario, consciente o inconscientemente están contribuyendo a su catástrofe).



Afortunadamente, la comunidad universitaria ha demostrado tener aún capacidad de reacción. El escándalo de los “jubilables” ha operado como el emergente de un malestar estructural que parece estar encontrando en ese pre-texto  (en el mejor y estricto sentido del término) una vía para volver a poner en el tapete las cuestiones profundas de su malfuncionamiento. Más allá de que puedan “solucionarse” (ni siquiera sabemos bien qué querría decir esto) los injustos casos particulares, el actual “encrespamiento” de las aguas debería servir para ahondar en el debate de una buena vez, para “patear el tablero” en la más saludable de las acepciones de esa expresión.



La acción más inmediata que podemos realizar es la de aportar de todas las formas que se nos ocurra para hacer que el acto político-académico del 8 de junio sea, como dijimos, un acontecimiento multitudinario y radicalmente democrático de denuncia y reflexión crítica. Distribuyamos esta convocatoria entre todos nuestros amigos, colegas, conocidos, familiares, contactos personales, políticos, mediáticos o lo que fuere, tanto dentro como afuera de la UBA e incluso de los ámbitos educativos, ya que, repetimos, este debería ser un tema de interés general y urgente para toda la sociedad nacional y, si fuera posible, internacional. Pero además, el acto del 8 de junio debería ser tan solo un punto de partida. Si queremos aunque sea orientar el proceso hacia los problemas de fondo, deberemos seguir bregando más allá de él y continuadamente por los medios más intelectual y políticamente rigurosos y consecuentes, pero también los más creativos y plurales. ¿Conocemos artistas, escritores, grupos de teatro, cineastas, poetas, científicos, periodistas, músicos, diseñadores, bailarines, “graffiteros”, lo que sea? Activémoslos. Convoquémoslos a que, haciendo lo que mejor saben hacer, “inventen” modos múltiples de hacer llegar esta problemática y este debate al espacio público, por supuesto los universitarios, pero también las calles, las plazas, los medios de transporte, los lugares de trabajo y reunión.  Transformemos el debate sobre la UBA en una gran movilización de las más creativas energías sociales. Desde ya, hay infinidad de otras situaciones sociales, políticas y culturales que pueden ser tanto o más importantes que la crisis de la UBA. Pero ahora es esto lo que tenemos entre manos. Y es una causa más que justa, que seguramente sensibiliza a una sociedad que fácilmente y por excelentes razones puede sentirla como suya. No desperdiciemos la oportunidad de una discusión importante, bajo la consigna más general pero también más estricta posible: No a la destrucción de la UBA.












viernes, 25 de mayo de 2012

Docentes amenazados por cesantías

Más de 600 docentes de la UBA amenazados por cesantías.

Pulsar:
La movilización de los docentes afectados junto a la AGD, la solidaridad generalizada que se fue manifestando a través de petitorios y expresiones de apoyo, las iniciativas encaradas en el ámbito judicial y el Congreso, las denuncias en todos los medios y los reclamos de algunas facultades, determinaron que las cesantías masivas por parte del Rectorado de la UBA no se efectivizaran a fines de marzo.
Pero el Rectorado y el Consejo Superior se empecinan en no reconocer la ley y los derechos conquistados por los docentes: una jubilación digna (82% móvil) y el derecho a opción a permanecer cinco años más tras cumplir los 65. A partir de las presentaciones de las Facultades, resolvieron renovar las designaciones de estos 642 docentes pero solo hasta al 31 de julio.
Recuérdese que, cuando desde la AGD hicimos esta denuncia a fines del año pasado, el Rector señaló que faltábamos a la verdad. Negro sobre blanco: acá está el listado con los docentes elevados por las Facultades que, a fin del cuatrimestre, vuelven a estar amenazados con la espada de damócles.
La resolución del Rectorado es una afrenta a los docentes de la UBA: a los que cumplieron 65 años, a quienes están por cumplirlos y al conjunto de los trabajadores docentes porque se intenta establecer el imperio de la arbitrariedad y la vulneración de los derechos. Pero, además, es una política de destrucción de la Universidad Pública.
Paremos las cesantías masivas
Evitemos la destrucción de la UBA
Todas y todos al ACTO CLASE MAGISTRAL a cargo de docentes amenazados con la cesantía.
Viernes 8 de junio, 19hs., en el Hall de la sede Constitución de la Facultad de Ciencias Sociales (Santiago del Estero 1029)
AGD UBA

jueves, 24 de mayo de 2012

Boletín AGD-UBA

Boletín electrónico AGD
Lunes 21 de mayo
1. Sobre situación ad honorem y amenaza de cesantías a docentes: las denuncias de AGD vuelven a repercutir también en los medios
2. Martes 22, 19hs., en auditorio BAUEN, lanzamiento de los cursos de capacitación, actualización y formación docente de AGD.
3. Estudiante de Odontología sufre gravísimas quemaduras. La FUBA y la AGD reclamamos el fin de la precariedad: que la UBA se haga cargo
4. Se realizó una gran marcha en defensa de la educación pública, por el salario y contra las cesantías.
5. Repudio al levantamiento del programa radial de Herman Schiller.
 1. Sobre situación ad honorem y amenaza de cesantías a docentes: las denuncias de AGD vuelven a repercutir también en los medios
El domingo, el diario Tiempo Argentino dedicó dos páginas donde se recogen las denuncias de la AGD sobre la situación de los docentes ad honorem y, en un recuadro destacado, la de los compañeros y compañeras amenazados por la cesantía. Ver la versión impresa:

Ese mismo día, Eliseo Verón publicó una nota que, si bien refiere a un caso puntual que ya había circulado en otro medio, expresa su opinión de rechazo a la política del Rectorado de la UBA. Ver:

 Como lo venimos manifestando desde diciembre, en una campaña junto con los docentes afectados, nucleados en la comisión del sindicato, con presentaciones, movilizaciones y denuncias en el ámbito judicial, en el Congreso, en los Consejos Directivos y en el Consejo Superior, la AGD exige a los decanos y al Rectorado el cumplimiento de la Ley 26.508 que garantiza el derecho a optar por permanecer en el cargo por cinco años más tras cumplir los 65.
En el marco de la continuidad de esta campaña, el viernes 1º de junio, a las 19hs, la AGD convoca a una gran clase magistral, en el salón Azul de la Facultad de Derecho, que estará a cargo de docentes afectados por esta brutal medida que amenaza dejarlos en la calle. Queremos demostrar no solo que nos asiste el derecho a opción sino también que estos más de 700 compañeros tienen todavía mucho para ofrecer como docentes, investigadores e intelectuales.
Que los decanos y el Rectorado cumplan con la Ley
Ningun docente afuera. Derecho a opción para todos
2. Lanzamiento de los cursos de capacitación, actualización y formación docente de AGD

3. Estudiante de Odontología sufre gravísimas quemaduras
La FUBA y la AGD reclamamos el fin de la precariedad: que la UBA se haga cargo
La semana pasada, ocurrió un gravísimo accidente en la Facultad de Odontología. Una estudiante que cumple tareas como docente ad-honorem sufrió importantísimas quemaduras internas en la piel, ulceraciones y erosiones en las corneas. La luz UV no estaba señalizada y su interruptor estaba junto a los de las otras luces. En otras palabras, las medidas de seguridad más elementales no estaban implementadas.
Los ad-honorem no sólo trabajan gratis: tampoco tienen ART ni obra social. Esta tremenda situación muestra que en la UBA reina la precariedad. Odontología, particularmente, es presentada por sus autoridades como un ?modelo? hacen gala de los millonarios recursos que tendrían a disposición. Se demostró que esta recaudación, surgida de la venta de los posgrados más caros del país, no tenía como contrapartida la mejora de las condiciones en que estudiantes y docentes llevan adelante sus tareas. El proceso privatizador y la precarización van de la mano.
Las quemaduras que sufrió la estudiante sucedieron al día siguiente de que la Comisión de Presupuesto del Consejo Superior de la UBA discutió los recursos propios de varias facultades e institutos, entre ellos la de Odontología, que tiene planificado recaudar 20 millones de pesos entre convenios y aranceles por atención odontológica. Podemos observar nuevamente que se recaudan millones de pesos por venta de servicios? ¡transformaron a la universidad pública en una fuente negocios! Al tiempo que no existe un presupuesto estatal único y genuino acorde a las necesidades de estudiantes y docentes, avanza la penetración capitalista, por la vía de negocios y convenios.
Este domingo, el diario Tiempo Argentino publicó que mientras el rector Hallú gana casi 400 mil pesos anuales, persisten 10 mil docentes que no cobran un peso, como si fuera poco en total precariedad laboral. Evidentemente, los miles que marchamos a Plaza de Mayo por la educación pública tenemos motivos de sobra.
La Fuba y la AGD-UBA tomamos en nuestras manos la denuncia y esclarecimiento de esta situación, para exigir a las autoridades de la universidad que asuman su responsabilidad, en primer lugar los gastos médicos de la compañera afectada. Sin embargo, no es un problema aislado. Exigimos a la UBA que garantice ART, Obra Social y salario para todos los docentes sin excepción, y comisiones de control de higiene y seguridad con participación de las gremiales docentes y estudiantil.
4. Se realizó una gran marcha en defensa de la educación pública, por el salario y contra las cesantías.
El viernes pasado, pese a la lluvia, se llevó a cabo una gran marcha nacional, convocada por la CONADU Histórica, federaciones estudiantiles universitarias, la CUES de secundarios, organizaciones gremiales como ADEMyS y comisiones directivas de seccionales de SUTEBA junto con agrupaciones docentes de todos los niveles educativos.
Cerca de 5000 personas se movilizaron desde el Ministerio de Educación, donde la CONADU Histórica montó una radio abierta en la que intervinieron representantes tanto de la Mesa y de las asociaciones de base de la Federación como de otras organizaciones docentes. La AGD, en su intervención, sumó al cuadro general de las intervenciones la particular situación de amenaza que atraviesan los docentes a quienes se les niega el derecho a opcion y la de los compañeros ad honorem.
El acto cerró con la lectura de una declaración firmada por todas las organizaciones convocantes.

5. Repudio al levantamiento del programa radial de Herman Schiller
Con el pretexto de una restructuración, las autoridades de Radio Ciudad, dependiente del Gobierno porteño, decidió sacar de su programación a Leña al fuego, el programa que conduce todos los sábados desde hace 13 años el periodista Herman Schiller. Frente a esta situación una gran cantidad de organizaciones sociales y políticas preparan una gran movilización para repudiar esta medida y reclamar la continuidad del ciclo de Schiller.
La AGD se suma a este reclamo y movilización en defensa de la elemental libertad democrática precisamente de un programa que se ha caracterizado por la pluralidad de su convocatoria y circulación de corrientes de opinión.

AGD
Asociación Gremial Docente de la UBA en CONADU Historica
M.T. de Alvear 2230, oficina 207
FACEBOOK AGD UBA

jueves, 10 de mayo de 2012

Qué la UBA cumpla con la LEY! por la plena vigencia del derecho a opción.

Estimados colegas:
En una lista de compañeros docentes e intelectuales circuló la noticia de la baja en el cargo del Dr. Eduardo Grüner, profesor en la Facultad de Filosofía y Letras. La medida se inscribe en la política del Rectorado y el Consejo Superior que desconoce el derecho a opción para los docentes universitarios, derecho consagrado por la ley 26.508 del 82% móvil. Si bien la última resolución del CS extiende el plazo de las designaciones, la cuestión de fondo, el reconocimiento de un derecho (nada menos), sigue abierta.
Por este motivo, la AGD propuso un petitorio que, tomando la situación del Dr. Grüner como caso concreto de esta política de maltrato y vejatoria de los derechos de quienes trabajaron en la docencia y la investigación por décadas, la coloca en la problemática general que involucra y afecta a más de 700 compañeros docentes de todas las unidades académicas de la UBA. De quienes, y frente a las resoluciones de la UBA hace falta aclararlo, tienen todavía mucho para brindar a los estudiantes, a los docentes y al conocimiento colectivo.
Llamamos a acompañar masivamente este petitorio. Por la reincorporación de nuestro compañero Grüner y por todos los compañeros y compañeras que están siendo amenazados con la cesantía.
Nuestro reclamo es el que multiplicamos en los afiches callejeros:
Frenamos las cesantías masivas. Pero la amenaza continúa.
QUE LOS DECANOS Y EL RECTORADO CUMPLAN CON LA LEY.
VAMOS POR LA DEROGACIÓN DE LA RES 2067
VAMOS POR EL DERECHO A OPCIÓN PARA TODOS LOS DOCENTES QUE CUMPLIERON 65 AÑOS
VAMOS POR LA DEFENSA DEL 82% MÓVIL
Pulsá y completá tus datos personales: http://cor.to/cesantias
AGD UBA

domingo, 6 de mayo de 2012

Boletín Electrónico AGD-UBA

Boletín electrónico de AGD

Miércoles 2 de mayo

SUMARIO

1. El 18 marcha nacional universitaria en repudio del acta de la vergüenza

2. Resoluciones del Plenario de Secretarios Generales de CONADU Histórica

3. Del 11 al 15 de junio, elecciones AGD

  1. El 18 de mayo, marcha nacional universitaria en repudio del acta de la vergüenza. La paritaria no está cerrada
La suscripción del acta de la vergüenza por parte del Ministerio de Educación, el CIN y algunas representaciones de gremiales docentes (como ADUBA; FEDUBA y CTERA en el caso de la UBA) no da por cerrado el proceso de negociación salarial y menos aún el de las paritarias docentes.

El gobierno ha tenido que ignorar la existencia de AGD y la Conadu Histórica para suscribir esa inaceptable Acta.

Frente a esta situación hemos reafirmado el rechazo al acta y convocado a una Marcha Nacional junto al movimiento estudiantil para el 18 de mayo.

Marcharemos en defensa de la universidad pública, por nuestros salarios, la estabilidad laboral, más presupuesto y el conjunto de nuestras reivindicaciones

El acta no solo es insuficiente en lo que hace a los salarios, tal como se manifestó el 100% de quienes enviaron su opinión a propuestasalarial2012@gmail.com y por la mayoria de los docentes y sus sindicatos de base de todo el país. Por sólo esto, el acta se transforma en un fraude

Pero el acta a su vez es vergonzosa porque deja en manos de las gestiones universitarias la definición de la carrera docente.

El acta intenta dejar librado a los estatutos universitarios la implementación de una futura estabilidad y carrera docente. Pretende eliminar la posibilidad de un convenio colectivo que termine de una buena vez con los eternos interinatos, los docentes ad-honorem, los contratos por un mes o cuatrimestre, los monotributistas y toda forma de flexibilización laboral que imperan masivamente en la universidad.
En suma por violentar la expresión mayoritaria de los docentes que rechazaron la oferta salarial y por pretender negar el convenio colectivo atándolo a los estatutos universitarios; la AGD, las 22 Asociaciones de base de la Conadu Histórica convocan a todos los docentes a movilizarnos el 18 de mayo al Ministerio de Educación y la Pza de Mayo en defensa de la Universidad y nuestros derechos.

  1. Resoluciones del Plenario de Secretarios/as Generales de CONADU HISTÓRICA-CTA
El Plenario de Secretarios/as Generales RESOLVIÓ:
1) Ratificar y avalar lo actuado por la Mesa Ejecutiva Nacional y los/as paritarios/as de la Federación en la Mesa Nacional de Negociación Salarial. Reiterar que el incremento salarial ofrecido por el gobierno nacional (21% en tres cuotas no acumulativas entre marzo y septiembre) es INSUFICIENTE.
2) Denunciar que la actitud de la patronal de discriminar y excluir a nuestra Federación Nacional (con Personería Gremial otorgada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación) del derecho que le asiste a manifestar y opinar FORMALMENTE en torno a los ocho ítems contenidos en las dos actas suscriptas (aún no notificadas fehacientemente a la CONADU HISTÓRICA) incurre en una clara violación a las prácticas convencionales normadas a través de la Ley de Asociaciones Sindicales Nº 23.551, la Constitución Nacional y los Convenios Internacionales Nº 87 y 98 de la OIT. Repudiar la pretensión de excluir a la CONADU HISTÓRICA y a la totalidad de la Docencia afiliada a sus 22 Asociaciones de Base de los alcances del Programa Nacional de Capacitación Docente Gratuito. Programa que desde hace años ejecutamos con total RESPONSABILIDAD y TRANSPARENCIA a través de los acuerdos paritarios suscriptos en las Paritarias Particulares con cada Universidad en la que poseemos ámbito de actuación.

3) Accionar gremial y judicialmente en los fueros que corresponda contra el marcado favoritismo de la patronal expuesto hacia las asociaciones sindicales firmantes de las actas del 17 y 18 de abril y contra la franca discriminación hacia nuestra Federación, práctica contraria a la ética en las relaciones profesionales del trabajo y al principio de buena fe negocial, que afectan consecuentemente, la legitimidad de los acuerdos celebrados y por tanto, a las decenas de miles de Docentes beneficiarios/as de aquéllos.
4) Exigir al Ministro de Educación de la Nación Alberto Sileoni, al Secretario de Políticas Universitarias Alberto Dibbern y al Presidente del CIN Martín Gill la INMEDIATA CONVOCATORIA a reunión de la Mesa de Negociación Salarial del sector Docente de las Universidades Nacionales CON FORMAL PARTICIPACIÓN DE TODAS LAS PARTES INTERVINIENTES en la discusión salarial y laboral del año en curso, advirtiendo que en caso de persistir su dilación y/ó su actitud de objetable y arbitraria exclusión de nuestra Federación, incurrirían en franco delito de Violación a sus Deberes de Funcionarios Públicos.
5) Repudiar la incorporación del punto 6 en las actas de referencia (Carrera Docente), por cuanto las representaciones firmantes Gobierno Nacional, CIN, CONADU, FEDUN, FAGDUT, CTERA y UDA abiertamente subordinan el Derecho Constitucional a la ESTABILIDAD LABORAL a los Estatutos de cada Universidad, excluyendo la discusión de la permanencia en el cargo del ámbito del Convenio Colectivo de Trabajo. Entrega gremial CONDENABLE que niega casi 30 años de lucha del Movimiento Docente de las UUNN (la lucha por la Estabilidad Laboral y los Ascensos) y que falazmente pretenden promocionar como una conquista.

6) Convocar a una Movilización Nacional de Estudiantes y Trabajadorxs en Defensa de la Educación Pública en la Ciudad de Buenos Aires y en las principales capitales de provincias para el próximo 18 de mayo, bajo las consignas de mayor presupuesto para la Educación Pública para garantizar infraestructura edilicia segura, insumos de cátedras y laboratorios, cargos docentes, salarios y condiciones dignas de trabajo; boleto educativo para estudiantes y trabajadorxs, Paritarias libres sin techo para lxs trabajadorxs de la Educación, derogación de la ley de Educación Superior neoliberal, rechazo a los fondos de la megaminería transnacional en las Universidades Nacionales.
7) Participar a lo largo y ancho del país en los actos en conmemoración del 1º de Mayo, Día Internacional de los/as Trabajadores/as.
8) Convocar al Congreso Extraordinario de la CONADU HISTÓRICA para los días 17 y 18 de abril en la Ciudad de Buenos Aires, a efectos de debatir la continuidad del Plan de Lucha Nacional, coordinando acciones con todos los gremios docentes universitarios y estudiantiles que deseen sumarse.

  1. Del 11 al 15 de junio, elecciones AGD
Del 11 al 15 de junio próximos se llevarán a cabo las elecciones de representantes para Mesa Ejecutiva y Comisión Revisora de Cuentas, y para comisiones directivas de las unidades académicas.
La Junta Electoral ha oficializado dos listas para Mesa Ejecutiva y Comisión Revisora de Cuentas.
UNIDAD DOCENTE, integrada por Santiago Gándara, Gabriel Delisio, Ileana Celotto, Antonio Rosselló, Néstor Correa, Gladys Perri, José Castillo, Laura Alché y Gerardo Mirkin.
DOCENTES X EL CAMBIO, integrada por Adrián Piva, Jorgelina Matusevicius, Silvina Boggi, Tamara Perelmuter, Martín Kalos, Eduardo Glavich, Ignacio Vissani, Eduardo Weisz y Octavio Colombo.

Asimismo para comisiones directivas de unidades académicas se oficiaron listas únicas en EXACTAS (Construcción Docente), FADU (Unidad Docente), PELLEGRINI (Unidad Universitaria) y PSICOLOGÍA (Unidad Docente). Y dos listas en las restantes: CBC (Colectivo de Docentes del CBC-Docentes x el Cambio y Unidad Docente), DERECHO (Frente al Derecho y Unidad Docente), ECONOMICAS (Agrupación de Docentes de Económicas y Frente Docente), FILOSOFÍA Y LETRAS (Frente Docente y Lista Violeta-Docentes x el cambio), INGENIERÍA (Adriana Calvo y El Puño), MEDICINA (Salvador Mazza y Unidad Docente) y SOCIALES (Frente Docente y Lista Violeta-Docentes x el Cambio) Para ver las listas y candidatos, pulsar:
 Destacamos particularmente la presentación por primera vez de una lista de compañeros docentes de la Facultad de Veterinaria (Docentes de Veterinaria) que, con esta resolución y sus más de 50 afiliados, ponen en pie una nueva Comisión Directiva de la AGD en dicha facultad. Con esta, ya son 12 las comisiones directivas de AGD.
 También, la nueva y mayor presencia de delegados en el CBC (sedes Moreno, San Miguel y San Isidro) y en Medicina (de cátedras y de los hospitales Malvinas Argentinas, Ramos Mejía, Penna y Bernardo Houssay).
 Tanto uno como otro caso revela el crecimiento desde la base del gremio que sigue fortaleciéndose y extendiendo su presencia en la UBA.
 AGD
 Asociación Gremial Docente de la UBA en CONADU HISTÓRICA